Su esencia
y las agujas que marcan mis horas
y me le des veo.
de la filosa obsidiana en la mano
de la lluvia seca de piedras arrojada a su cuerpo
de la bota en su cara
la patada en su vientre
del estallido sordo que lame ausencias
de su estrategia de supervivencia
parto en el carruaje del duelo de lo que no le duele
plástica
abre sus orquídeas
a la chapa de oro
con que se cubren los falos
que escriben los días de las burocracias
con ostentosos cuartos
y el apetito por minúsculas cenas
y platillos de Marte
en los espejos que iluminan sus oídos
Busca afanosamente el sabor de seda roja
que escurre de los puños cobardes
Saco de su jaula a mi su
a mis oídos rotos
alzan el vuelo
Mi surgencia se suicido al lado del cerco a lo cerca de usted
Echo por la borda esa sabana blanca
con que me ha arropado.